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Museo Jacobo Urso

Club Atlético San Lorenzo de Almagro

Ubicación:  Acceso a Platea  Norte del estadio Pedro Bidegain
SITIO OFICIAL

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Por Alberto Barja
barjaalberto1950@gmail.com

@MuseoSanLorenzo

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TRAGEDIA DE LA PUERTA 11
 

La Tragedia de la puerta 11, fue un desastre no natural ocurrido el 2 de julio de 1944, en el Estadio Monumental Antonio Vespucio Liberti, luego de la finalización de un partido de fútbol entre los equipos de River Plate y San Lorenzo de Almagro. En una de las puertas de salida se produce una tragedia de muertes por el aplastamiento de una multitud contra la puerta cerrada número 11. Se lamentaron siete víctimas fatales...

 


Escena del partido donde se señala el lugar del accidente.
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El partido concluyo con el resultado River 2 – San Lorenzo 1, el árbitro fue Bartolomé Macías, cuya labor fue decepcionante y produjo el reclamo del los simpatizantes de San Lorenzo. Estos reclamos pasaron a incidentes que fueron luego reprimidos por la acción policial, es en este momento donde se produce la salida mediante una escalera en caracol hacia la puerta 11 cerrada. El caso fue cerrado indicando que el episodio fue causado por uno de los muertos que al caer desencadenó la avalancha. Evidentemente no se investigaron las falencias edilicias, la represión policial sin permitir salida al exterior ni el cierre de la puerta de salida. La deficiencia edilicia del Monumental quedó nuevamente en evidencia cuando se vuelve a repetir una tragedia de similares características pero con mayor cantidad de casos fatales en el año 1968, la tragedia de la puerta 12. Posteriormente y antes de jugar la Copa Mundial de Fútbol de 1978 son modificadas las salidas de manera de evitar este tipo de riesgos en seguridad.

Avanzando por Figueroa Alcorta, a los pies mismos del Monumental, puede leerse claramente una plaqueta de mármol que homenajea a las 71 víctimas de la Puerta 12. Parado frente a ese portón colosal, hiela la sangre imaginar lo que hace tiempo sucedió allí. La placa es efectiva al convocar la memoria, pero tiene una omisión que la deja incompleta. Pocos saben que 24 años antes de esa tragedia, las mismas escalinatas empinadas, los mismos pasillos sombríos, la misma violencia tan nuestra, la misma incompetencia hecha carne, cegaron la vida de 9 tipos jóvenes, que concurrieron a ver un espectáculo y que fueron obligados a bajar rápido de la popular y nunca pudieron llegar a la vereda de la Avenida. El 2 de julio de 1944, en un Monumental a reventar, River Plate y San Lorenzo se jugaban una parada importante por la punta del certamen de AFA. La Máquina tuvo trabajo extra esa tarde para doblegar al Ciclón por 2-1, habiendo arrancado en desventaja por un gol a los 4 minutos de Rinaldo Martino.

Fue un partido charlado y caliente, y que varias veces se fue de las manos del ya veterano Bartolomé Macías, juez del match. A los 33 del segundo tiempo, y tras una jugada dudosa, Adolfo Pedernera puso el 2-1 y fue esta la gota que colmó la paciencia del pueblo sanlorencista, que ya venía susceptible por la no sanción de dos supuestos claros penales en su favor. Lo que prosiguió luego tiene tantas versiones como intereses existieron. Podría contarse que la historia verdadera (no la oficial) ocurrió mas o menos así: Afiebrados por lo que creían una injusticia, los hinchas de San Lorenzo acometieron con incidentes al cierre del partido. La Policía no se quedó en el molde y, fiel a lo que marca su tradición centenaria, reprimió con virulencia. La gresca motivó un desbande generalizado de espectadores que se apuraron por embocar en las salidas de la popular sin saber que se metían en la trampa. La puerta 11 estaba cerrada y los molinetes aún colocados. Asfixiadas, aplastadas, reventadas, 7 personas murieron en el acto, y otras 2 lo harían con el correr de las horas y los días.

 

 

Todos tenían una historia que no contemplaba ese final. El primero en morir fue un chico de Villa Luro de 14 años llamado Vicente Pintado. Iba por primera vez a la cancha. Su caída azuzó el pandemónium. Carlos Latrecchi (17 pirulos) era vecino suyo dos casas de por medio pero no habían ido juntos. La turba lo arrasó. Francisco Enrique y Francisco Fau eran dos muchachos de 15, y excelentes estudiantes en sus respectivos colegios. Rafael De Luca de 26 se había casado el fin de semana anterior. Alberto Ratti tenía 22, era Santiagueño y estaba conscripto en la Marina de Guerra. José Díaz fue la víctima de mayor edad. Apenas 34. Un día mas tarde murió en el Hospital Militar Alberto Martínez (17), tenía el cuerpo desfigurado por múltiples fracturas. 10 días después del domingo fatal, en el Fernández, se iría José Alfredo Del Prado (26), a los pies de su lecho estaba su esposa, con la que se había casado un mes atrás. 

En Argentina imperaba la dictadura con Edelmiro Farrell al poder. El golpe militar del 43 estaba fresco y Perón olía su oportunidad. El clima era belicoso e incierto, quizá como producto de la tensión de la Segunda Guerra y la vacilante postura Argentina. La masa comenzaba a animarse a mostrar su descontento y no hay peor cosa para un milico que la gente en la calle. Los uniformados controlaban con la ley del machete, y los medios ayudaban desde la censura o directamente desde la mentira. Solo así se comprende el esfuerzo de La Nación y La Prensa (los principales diarios porteños, Clarín aún no existía) por explicarle a la gente que lo que había pasado era un accidente ocurrido por culpa de los propios espectadores, y no por la inoperancia policial y la negligencia organizativa. La idea surtió efecto, pasaron los días, el silencio se acentuó, al domingo próximo volvió el fútbol y listo, aquí nada a pasado. Hoy a casi 67 años del hecho, una par de cosas quedan claras: Esta fue la primer gran tragedia del fútbol Argentino.

También fue la mas silenciada de la historia.  Dicen que una tragedia no ocurre de casualidad. Ni que hablar dos. De los vicios y miserias de la autoridad ni cabe hablar. Son un problema cultural y quizás insoluble. El karma del Monumental siempre fueron sus salidas. No en vano, cuando llegó la hora de la refacción pensando en el Mundial, los arquitectos diseñaron las escaleras caracol, por fuera de la estructura del estadio, para desagotar las tribunas. A todo esto, la plaqueta en la Puerta L todavía está y es bueno que allí siga. Solo que alguien podría subsanar el involuntario error y colocar en el frío mármol el real número de víctimas de aquellas desgracias demasiado parecidas y para nada casuales.

Síntesis del partido

Domingo 2 de julio de 1944
RIVER PLATE: 2 SAN LORENZO: 1
RIVER PLATE:
Soriano; Vaghi y Bermudez; Yacomo, Videla y Ramos; Muñoz, Moreno, Pedernera, Labruna y Loustau.
SAN LORENZO: Blazina; Crespi y Colombo; Zubieta, Grecco y D'Adario; JC.Heredia, Alarcón, Fizel, Martino y Mariani.
DT: Hirschl.
Goles: PT: 4m. Martino (SL); 43m.
Labruna (RP)
 
            ST: 33m. Pedernera (RP)
Juez: Macias
Recaudación: $ 51.000
Cancha: River Plate
Nota: Al termino del partido se produjo una avalancha de público en una tribuna con un saldo de 7 muertos y 18 heridos.

 

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